Ahora que estamos a principios de año, seguro que habéis escuchado u os suena la llegada del Año Nuevo Chino. Es cierto que en los países occidentales conocemos solo algunos rasgos generales y clichés de esta celebración, como por ejemplo el famoso zodiaco chino, las decoraciones rojizas, pero, ¿os habéis cuestionado nunca de dónde viene?
El «origen» del Año Nuevo Chino
Cuenta la leyenda que durante estas fechas, hace 3.500 años, se produjo una guerra contra una bestia terrorífica llamada Nian (pronunciado como nyen el cual suena similar a la palabra “año” en chino 年). Este monstruo aparecía cada fin de año para aterrorizar a la población. La gente, preocupada, no sabía que hacer para librarse de la bestia, hasta que un viejo sabio advirtió que a la bestia le asustaban los ruidos fuertes de los petardos y el color rojo del fuego. Decoraron las calles y las casas con papel rojo, bambú quemado, velas y finalmente también vistiendo ropa con colores carmesíes y, de esta forma, consiguieron hacer fuera a la bestia. Por ello, el color rojo es considerado el color de la buena fortuna.
¿Cuándo se celebra el Año Nuevo Chino?
La celebración del Año Nuevo Chino se basa en el calendario lunar, es decir, según los ciclos de la luna. Por este motivo suele caer entre el 21 de enero y el 20 de febrero. La fecha exacta se determina por la primera luna nueva entre estas dos fechas.
El Año Nuevo Chino marca el final del invierno y el principio de la primavera y justamente este año cae el domingo 22 de enero. Esta vez, es el turno del conejo, un signo caracterizado por la longevidad, la paz y la prosperidad.
Esta festividad también se conocida por diferentes actividades tradicionales como por ejemplo ir a visitar a los familiares, las danzas del dragón, fuegos artificiales y desfiles. También destaca la preparación de comidas tradicionales, puesto que estas tienen un significado:
Por ejemplo, el pez (鱼, Yú), concretamente la carpa, para tener más prosperidad. Las empanadillas (饺子, Jiǎozi), rellenadas de carne y verduras simbolizan la suerte y la plenitud y el pastel de arroz (年糕, Niángāo), se come para ser más exitoso en el trabajo o los estudios.
Además, también es tradición entregar un sobre rojo 🧧 (红包, hóng bāo) con pequeñas cantidades de dinero a los más jóvenes, como deseo de buena suerte.